Ante la inauguración de la temporada de piscinas comunitarias y públicas, la Delegación de Salud hace las siguientes recomendaciones a los usuarios de éstas:
La conveniencia de utilizar chanclas playeras, ya que muchos de los hongos y herpes se contraen en los pies por ir descalzos sobre el suelo sucio.
No deberían entrar en la piscina las personas que padecen o han padecido recientemente alguna enfermedad infecciosa. Tampoco deben introducirse en el agua personas con heridas, apósitos, infecciones en la boca, pelo sucio y, en general, cualquier infección cutánea. Hay que ducharse antes del baño.
Usar gorro de baño, sobre todo si se tiene el pelo largo.
Proteger los ojos de posibles infecciones cuando se sumerja la cabeza en el agua utilizando gafas apropiadas, asegurándose de que éstas no son de vidrio.
Para evitar caídas o resbalones no correr alrededor de la piscina.
Mareos y cortes de digestión son relativamente frecuentes en las piscinas, por lo que es conveniente esperar un tiempo después de comer y no cometer imprudencias que pudieran poner en peligro nuestra salud (un baño frío repentino después de un ejercicio violento o después de un acaloramiento).
No es conveniente la exposición al sol más de lo debido. En todo caso, se ha de utilizar una buena protección con capacidad de bloqueo de los rayos solares de al menos 15 SPF y protección contra los rayos UVA y UVB. Asegúrese de volver a aplicar la crema bronceadora después de cada baño.
Si va acompañado de niños, preste atención para evitar riesgos.