Las niñas y niños bielorrusos y saharauis ya están de nuevo con nosotros. El pasado martes 12 de julio el alcalde, Fernando Soriano, la delegada de Participación Ciudadana, Clara Monrobé y el delegado de Cohesión Social, Norberto Viedma, recibieron en el Salón de Plenos del ayuntamiento a las niñas y niños acompañados de las familias bollulleras que los acogen. Acto seguido se disfrutó de una comida fraternal en la que compartir experiencias y pensar cómo conseguir que la acogida vaya en aumento.

Bielorrusia y el Sáhara se encuentran a miles de kilómetros de distancia entre sí y las diferencias son notables. Mientras que unos llegan a España de un país que alcanza temperaturas de más de 20 grados bajo cero en el Sáhara el clima extremo se sitúa en otro polo y en los meses de verano en los campamentos de exiliados se superan fácilmente los 50 grados. Pero más allá de las temperaturas, lo que las familias bollulleras ofrecen con su solidaridad es unos meses fuera de un área afectada por la radioactividad aún presente en el caso bielorruso tras el desastre nuclear de Chernobil, por un lado, y unas «Vacaciones en Paz» ante el conflicto de décadas que vive el Sáhara por la ocupación de sus tierras por parte de Marruecos, lo que les obliga a vivir exiliados en campamentos.

Este mestizaje cultural sin duda supone un gran aprendizaje para los niños, pero también para las familias y para todo el pueblo de Bollullos. Desde el Ayuntamiento felicitamos a las familias de acogida por su solidaridad y el esfuerzo que realizan y esperamos que todas y todos pasen un feliz verano.